He vivido tanto preocupándome de todo estos días, que no me he parado a pensar en mí misma ni un solo segundo. No me he parado a pensar por qué al principio todo era tan fácil y ahora tan difícil. He dejado de creer en
realidades futuras, y aunque no pueda dejar de soñar con nuestro aún posible futuro, hoy me importa más el
presente. Necesito vivir un hoy, no un mañana que no existe. He estado tantos años inventándome mi futuro que no he disfrutado ni un solo
minuto del momento que estoy viviendo. Se acabó, repito una y otra vez. Mas hay cosas que no dejan de
torturar mi cabeza. Me importa demasiado lo que pienses de mí, y, ¿sabéis? Eso
no es malo. Porque gracias a eso, hago las cosas bien. Aunque no vayas a estar nunca orgulloso de mí, por el simple hecho de que eso ya no importa, de que no importa nada
(y que, posiblemente, no importará jamás). Aunque no vayas a sonreír al pensar en mí, no quiero decepcionarte. Quiero demostrarte al menos que no soy tan idiota como hace un año. Y que se acabaron las caretas sonrientes y las caras tristes, porque, al fin y al cabo...
"Esto no es malo", ¿no?
Este blog, empezó como un proyecto de
encerrar todos los recuerdos para siempre, era un proyecto
feliz. Era un proyecto
bonito, y lo será por siempre. Felicidad encerrada en letras que esperan ser leídas.
Sonrisas encerradas en frases con ingentes cantidades de
sinsentidos. Eso era
"Amanecer en marte". ¿Por qué ahora tengo que convertirlo en un proyecto triste, marchito, vacío y sin vida? Jamás traicionaré mis principios, y uno de ellos era que, pasara lo que pasara, nunca iba a caer. Dan igual los recuerdos. Seré feliz, pero esta vez con ellos. Porque estos no quiero borrarlos. Estos quiero conservarlos para siempre, y no abandonarlos. Guardarlos en el
hueco de mi
corazón hasta que un día quieras venir a rescatarlos.
Siempre tuya,
Sadness